Crónicas de un Laberinto (2005)

Canciones

  1. 1. Bruja Caníbal (04:01) / Letra y música: Saúl Hernández
  2. 2. La Forma (03:11) / Letra y música: Saúl Hernández
  3. 3. Tú Me Liberas (03:05) / Letra: Saúl Hernández, Música: F. Fong / Hernández / A. André / C. López
  4. 4. Fenómeno (03:43) / Letra y música: Saúl Hernández
  5. 5. Madera (03:00) / Letra y música: Saúl Hernández
  6. 6. Hay Amores Que Matan (03:13) / Letra y música: Saúl Hernández
  7. 7. Y Me Evaporo (04:13) / Letra y música: Saúl Hernández
  8. 8. Y Si (03:06) / Letra y música: Saúl Hernández
  9. 9. Todo Te Da Igual (03:14) / Letra y música: Saúl Hernández
  10. 10. Espejo (04:20) / Letra y música: Saúl Hernández
  11. 11. Ahí Aprendí (04:01) / Letra y música: Saúl Hernández
  12. 12. Mejor Será (04:38) / Letra: Saúl Hernández, Música: F. Fong / Hernández / A. André / C. López / L. Muñoz
  13. 13. Ya Te Quemaste (02:57) / Letra: Saúl Hernández, Música: F. Fong / Hernández / A. André / C. López / L. Muñoz
  14. 14. Está Muy Claro (05:08) / Letra y música: Saúl Hernández

Créditos

Grabado y Mezclado en Nashville, TN., durante septiembre y octubre del 2004 con Saúl Hernández (Voz y Guitarra), Alfonso André (Batería, programación y secuencias), César López "Vampiro" (Guitarra), Adrian Belew (Guitarra, coros, koto, teclados ), Federico Fong (Bajo), Leonardo Muñoz (Percusiones, programación).

Una Producción SONY BMG Music Entertainment (Mexico) S.A. de C.V. Dirigida y realizada por Adrian Belew, Saúl Hernández & Alfonso André.

Detalles

Jaguares, el grupo mexicano de rock que en los últimos nueve años ha marcado el derrotero del género, regresa luego de una prolongada gira de casi tres años con un nuevo álbum. Y no está de más decirlo, es el mejor álbum de su carrera.

Durante septiembre y octubre del año pasado, el trío formado por Saúl Hernández, Alfonso André, y César "Vampiro" López, marcó una pausa en su agitada gira de conciertos para entrar al estudio de grabación y trabajar en su quinta producción, la cual lleva por título ‘Crónicas de un laberinto’, y que en esta ocasión fue coproducido por Adrian Belew, Saúl Hernández y Alfonso André.

‘Crónicas de un laberinto’, en donde además de Saúl, Alfonso y el “Vampiro”, colaboraron Federico Fong (bajo), Leo Muñoz (percusiones) y Adrian Belew (guitarras), es un disco que a lo largo de los 14 cortes que lo conforman exuda fuerza y pasión rocanrolera. La experiencia adquirida a lo largo de los años aflora en cada uno de los temas que, en esta ocasión, dan cabida a la sutileza, la suavidad y la cachondería para hacer de esta placa un álbum maduro, la clase de disco que uno esperaría de músicos que han entendido la necesidad de trascender.

Saúl Hernández está en gran forma y ahora se ha permitido cantar de una manera diferente, sin por ello perder su sello, incluso en un corte como “Te Quemaste” su garganta explora una demencialidad inusual y más que cantar, se trata de un recitado a medio camino entre la narración y el rap.

Pero si hemos de hablar de un toque distintivo en este disco, habremos de hacer notar la producción. Las guitarras, ora endemoniadas, ora sublimes, recorren sin misericordia ‘Crónicas de un laberinto’; pero al lado de éstas, la sección rítmica realiza un trabajo soberbio. Alfonso André, más que aporrear sus tambores, que lo hace y lo hace muy bien siempre que es necesario; los acaricia, dialoga con ellos, los seduce y de esa forma extrae sonidos maravillosos, tiempos suaves y acompasados que explota maravillosamente en temas como “Madera”, “Espejo” y “Está muy claro”, una tercia de tracks en los que se devela una nueva faceta de Jaguares, faceta que ya estaba allí en embrión, pero que finalmente ha aflorado.

En estos días en los que la tecnología apabulla, hay que agradecer ese toque orgánico que se asienta en la producción y que nos lleva a degustar el sonido de las percusiones, la profundidad del bajo, el sabor de la batería y que tiende una mano a la convivencia con la fuerza descomunal de las guitarras, mismas que cuando es pertinente también saben replegarse, otorgar espacios al silencio.

En ‘Crónicas de un laberinto’, encontramos un retrato de los tiempos que corren, un retrato que no solamente se ejerce a partir de las líricas, algunas de ellas con fuertes tintes de denuncia como es el caso de “Te da Igual”, un reflejo de la insensibilidad y la apatía dominantes en la sociedad actual; o en “Está muy claro”, una canción en donde el coro brinda una doble lectura, del individuo que no se siente identificado con la situación actual, y del mismo individuo que, con pesar, habrá de legar ese mundo a otros.

Pero si eso sucede líricamente, musicalmente encontramos guiños a los ochenta; sin embargo, lejos de ser una mirada retro, se trata de un reconocimiento de aquellos sonidos que la tercia absorbió en su adolescencia y que ahora se ven matizados por el paso del tiempo, pero que trabajan de forma sublime como en “Tú me Liberas” y “Y Si”, la última con unas bellas armonías vocales.

‘Crónicas de un laberinto’ es un disco de rock clásico, pero de rock clásico mexicano; es directo, espontáneo, fresco, echa mano de una tradición que se ha forjado paulatinamente y en donde Jaguares ha sido uno de los principales artífices. La producción, aunque cuidada, no ahoga los sonidos, no los pule en exceso, les permite respirar, y al hacer eso le ha dado una vitalidad extra a las ya de por sí vitales canciones. Bastaría, como ejemplo, escuchar “Me Evaporo”, un tema a medio tiempo en donde hay una atmósfera de levedad, una circulación de “aire” que imprime a la canción una riqueza extra.

Y también, a propósito de los tiempos cibernéticos que nos ahogan, el link con sus producciones anteriores lo tenemos en “Hay Amores que Matan”, una canción en la que las atmósferas latinas se van insinuando veleidosamente, para finalmente salir a relucir sin rubor en la parte media cuando se da cabida a la sección de alientos que le imprime un toque inequívocamente latinoamericano.

Fuertes, poderosos, cohesionados, Jaguares arriban a la mitad del decenio con una placa que sonrojará a sus detractores, una placa madura, plagada de creatividad y en donde más de uno habrá de deleitarse con melodías que, sin duda, serán entrañables el día de mañana y seguirán deleitando a más de una generación, una generación cuyo soundtrack sentimental se ha construido a partir de una leyenda que se han encargado de construir el grupo, pero que se ha extendido gracias a una legión de fans para quienes desentrañar este laberinto será un delicioso juego de amor.